El ojo es un órgano que detecta la luz, por lo que es la base del sentido de la vista.
Se compone de un sistema sensible a los cambios de luz, capaz de transformar éstos en impulsos eléctricos. Los ojos más sencillos no hacen más que detectar si los alrededores están iluminados u oscuros. Los más complejos sirven para proporcionar el sentido de la vista. El ojo funciona como una cámara, proyectando imágenes en la retina, donde la luz se transforma gracias a unas células llamadas fotorreceptores en impulsos nerviosos que son trasladados a través del nervio óptico al cerebro.
El globo ocular es básicamente una esfera llena de un líquido transparente llamado humor acuoso que está compuesto en un 99% por agua. La pared está formada por 3 capas, la más interna o retina, la intermedia o coroides y la mas externa que se llama esclerótica.
Posee un lente llamado cristalino que es ajustable según la distancia, un diafragma que se llama pupila cuyo diámetro está regulado por el iris y un tejido sensible a la luz que es la retina. El enfoque se consigue gracias al cambio de forma del cristalino mediante un músculo llamado músculo ciliar.
La luz penetra a través de la pupila, atraviesa el cristalino y se proyecta sobre la retina, donde se transforma gracias a unas células llamadas fotorreceptores en impulsos nerviosos que son trasladados a través del nervio óptico al cerebro.
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